Bienvenidos a este espacio donde podremos reflexionar sobre temas personales y profesionales, por medio de artículos interesantes, videos, poemas, poesías, oraciones y fotos. Aquí conocerás mi estilo personal de Consultoría y de Coaching, para acompañarte en tus retos de una manera efectiva.
viernes, 16 de agosto de 2013
Le pedi a Dios
Le pedí a Dios que me quitara mi orgullo
Y Dios dijo "no", me dijo que no era
Algo que El tuviera que quitarme
Si no, que yo tenía que entregar.
Le pedí a Dios que me concediera paciencia,
Y Dios dijo "no"me dijo que la paciencia
Es producto de la tribulación
No se concede, se conquista.
Le pedí a Dios, que me diera felicidad,
Y Dios dijo "no"
Me dijo que Él da bendiciones
La felicidad depende de mí.
Le pedí a Dios que me evitara dolor
Y dijo "no" dijo que el dolor y
El sufrimiento me apartan de las
Preocupaciones mundanas y que
Me acercan mas a Él.
Le pedí a Dios que hiciese crecer mi espíritu
Y Dios dijo "no" me dijo
Que debo de crecer personalmente
Pero que él me podaría
De vez en cuando.
Le pregunte a Dios si me amaba
Y Dios dijo "si" me dijo que había
Dado a su único hijo y que había
Muerto por mi
Y un día estaré en el paraíso
Porque tengo fe.
Le pedí a Dios que me ayudara
A amar a otros, como Él
Me ama y Dios dijo:"al fin estas empezando a entender "
El cuerpo grita...lo que la boca calla! Hoy reflexionando...discerniendo
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Paradoja de nuestro tiempo....tan cierto!!!
Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiada televisión.
Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.
Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.
Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos más pero aprendemos menos. Planeamos más pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor información y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.
Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero más divorcios, casas más lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tú puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.
Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aquí siempre.
Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.
Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.
Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.
Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.
Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus más preciadas ideas.
Y siempre recuerda:
La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.
22_George Carlin.