La persona sencilla puede mostrarse inocente y parecer fácil de engañar, porque conoce el significado de la entrega, pero la mentira -como no es real- no la puede afectar. 
La sencillez no necesita adornos, lujos, ni hacer ostentación de riqueza o poder, ya que es transparente, como una gota de agua que deja ver el paisaje a través de ella. 
Para ser sincero y auténtico hay que empezar por ser sencillo, deseoso de mostrarse sin corazas, y que el ego -traicionero a veces- no juegue una mala pasada. Sencilla es la bondad y sencillos son la razón y especialmente el Amor. 
Para mi el gran modelo de Sencillez es María, la madre de Jesús que con su gran ejemplo nos enseña a transitar esta virtud y a querer ser cada dia mas sencillos de corazón.