sábado, 5 de noviembre de 2011

12 formas inteligentes de dejar de preocuparte (de Hábitos Vitales)

relax en Epcot
Siempre he pensado que la preocupación es una de las actividades más tontas que una persona puede hacer, y aún así muchas veces resulta difícil no preocuparse. No soy ni lejos una persona sin preocupaciones, de hecho a veces me pillo a mí mismo en ciclos destructivos de autocrítica. Ciclos que si uno no los controla pueden hacerte llegar al pánico.

La verdad es que, cuando todo va mal, no funciona el “esforzarse más”. Preocuparse no ayuda tampoco.
La próxima vez que te encuentres en un ciclo como acabo de describir me gustaría que pruebes los próximos pasos:
  • Relájate, respira profundo y dá un paso atrás
  • Reconstruye partiendo de lo que funciona.
  • Cuenta con las cosas pequeñas que van bien, las pequeñas victorias.
  • Felicítate por los pequeños logros.
  • Busca oportunidades para conseguir una buena racha.
  • No te excedas. Mantén la calma.
  • No te permitas a encontrar defectos, incluso en tí mismo. Es un mal hábito que perjudica ser un líder en la vida.
  • Todo es mejorable, pero nada nunca es equivocado.
  • Construye partiendo de tus pequeños logros una identidad y una personalidad.
  • Identifica los patrones sobre qué va bien y por qué.
  • Disfruta de lo que va bien, pero no presumas de ello.
  • Reconoce el humor que se esconde en las situaciones cuando la vida va un poco mal. Siempre es temporal.