sábado, 16 de julio de 2011

Coaching: Sobre la Magnanimidad


“No permitiré que ningún hombre estreche y degrade mi alma haciendo que lo odie”
BOOKER T. WASHINGTON

La magnanimidad es la capacidad de dominar las propias emociones y acciones en respuesta a vejaciones hechas por otros, resulta cada vez más rara en esta moderna sociedad amante de los pleitos. Pero ese dominio está en el mismísimo núcleo del principio de magnanimidad; porque alguien magnánimo es quien rechaza la venganza y se sobrepone a la ira mientras va tras fines más dignos.
No exagerar las cosas es tan importante como ser capaz de mantener el propio corazón libre de odio. El consejo que Gandhi me dio es significativo, tiene sentido para todos nosotros, no importa en lo que trabajemos: “Nadie puede hacerte daño salvo tú mismo”.
Magnanimidad no es un término común. Muchas personas no lo reconocen al oírlo. Pero lo conocen al instante al explicárselo, y la mayoría lo reconoce como una de las áreas en que pueden mejorar personalmente. Porque muchísimos de nosotros somos rápidos para vengarnos, para criticar, prontos para encontrar defectos y veloces para desquitarnos. Sí, muchos somos lentos para contener nuestras lenguas, para perdonar y hasta para olvidar
Abundancia Key Biscayne 
Una de las principales razones de falta de magnanimidad es lo que llamo mentalidad de la escasez. Personas que creen que hay poco en el mundo para repartir. Es como si vieran la vida como un pastel: cuando alguien coge un trozo más grande, creen que ellos obtendrán menos. Estos individuos siempre están tratando de vengarse y de rebajar a los demás a su nivel para lograr tener un pedazo igual o mayor del pastel. Por el contrario, en la raíz de la magnanimidad hay una mentalidad de abundancia y una sensación de seguridad interior. Y aunque magnanimidad quizás no sea un término diario, siempre será una de las características de la grandeza del día a día.

Preguntas de Coaching: En que creencias fundas tus acciones? Crees que hay abundancia o vives tu vida desde la escasez? Que te falta para alcanzar la sensación de seguridad interior? Abrzs, Majo