De la motivación a la auto-motivación: el éxito del líder-coach
Fuente www.blog.alonso-businesscoaching.es
Si me preguntaran sobre cual es el rasgo que, de forma más importante, condiciona el rendimiento profesional de un directivo, no tendría muchas dudas en asegurar que es el de su Auto-MOTIVACIÓN.
Si me preguntaran sobre cual es el modelo de comportamiento que mejores resultados ofrece a un directivo para maximizar el rendimiento de su equipo de trabajo, tampoco vacilaría en afirmar que es el del Líder-COACH.
Y, ¿que relación hay entre la Auto-MOTIVACIÓN y el Líder-COACH?.
Este precisamente es el núcleo fundamental del presente artículo, que pretende desarrollar de forma razonada mi convicción sobre las fuerzas y los desarrollos que mueven a las personas a conseguir resultados positivos para si mismos y para las organizaciones donde trabajan.
Podemos comenzar acercándonos al concepto de Motivación que, según los diccionarios, significa:
“Conjunto de los elementos o factores (necesidades fisiológicas o psíquicas, pulsiones inconscientes, valores y modelos sociales interiorizados, etc.) que determinan dinámicamente la conducta del individuo activándola y dirigiéndola hacia un determinado objetivo”
Por tanto, no cabe ninguna duda de que al hablar de Motivación lo hacemos sobre todo aquello que nos impulsa a conseguir algo que nos interesa de una forma dinámica y activa.
Sin embargo la Motivación, tal y como la definimos muchos Coach, también podría explicarse practicando este sencillo juego de palabras:
Motivación = Motivo + Acción
Es decir, no existe Motivación sin la identificación de un “Motivo” (Destino) que sea alcanzado a partir de la “Acción” (Recorrido).
Por todo ello, no se puede progresar sin Motivación, al igual que sin progreso tampoco puede haber Motivación. Se trata de un proceso en bucle sin fin que se auto-alimenta constantemente.
Admitiendo cuanto hasta ahora he dicho, no parece muy difícil concluir que la llave de la Motivación personal es propiedad de cada uno de nosotros, porque solo uno mismo conoce cuales son sus Motivos que le llevan a la Acción.
Y ello porque:
“El motivo más importante para la Motivación es uno mismo”
En definitiva, la Motivación es un hecho personal e intransferible, auto-generado desde el propio interesado y difícilmente transmisible. Por tanto, la Motivación real, la verdaderamente efectiva, se llama Auto-MOTIVACIÓN.
Aceptando esta hipótesis, el camino que nos lleva a percibir la gran dificultad que existe a la hora de intentar motivar a los demás es bien corto. El proceso de Motivación parece ser tan personal que se me antoja difícil pueda venir dirigido desde fuera de uno mismo:
“No se puede Motivar”
Desde luego, entiendo que lo concluyente de mi teoría pueda desconcertar por lo que tiene de oposición a toda la literatura del “Management” tradicional, que impulsa la actuación motivadora de los directivos hacia sus equipos como fuente de consecución de excelentes resultados.
Pues bien, es precisamente en esta consideración donde radica el foco de los desencantos de tantos y tantos profesionales con responsabilidades directivas que se encuentran incapaces de motivar a su equipo, dando por imposible un empeño en el que creen pero que nunca consiguen.
Y todo, en mi opinión, por elegir el camino equivocado para el estímulo laboral de nuestros colaboradores: el de la Motivación.
Mi propuesta es otra bien distinta y se fundamenta en la siguiente aseveración:
“Solo se puede inducir a la Auto-MOTIVACIÓN”
A partir de aquí, lógicamente, se nos abre un amplio abanico de preguntas que pueden confluir en una sola: ¿Cómo se induce a la Auto-MOTIVACIÓN?.
Para tratar de responder a ello, no tengo más remedio que traer a este artículo la disciplina a la que me dedico profesionalmente y que desde hace más de dos décadas está triunfando en el mundo desarrollado y en España ahora comienza a ofrecer sus primeros y aplaudidos éxitos:
El Coaching como un proceso de cambio hacia la mejora de los resultados personales y profesionales basado en el método socrático y amparado en el entrenamiento.
Aceptado que, en los albores del siglo XXI, el indiscutible y principal factor crítico de éxito de las empresas que actúan en mercados competitivos es el Capital Humano, el Coaching es la herramienta que mejor se adapta a sus objetivos de desarrollo y optimización del rendimiento.
El Coaching consigue poner en valor todos los conocimientos y experiencia de cada persona para obtener su máximo rendimiento personal y profesional y contribuye al desarrollo del Capital Humano de las empresas, configurando equipos de alto rendimiento que sean capaces de distinguir a su organización de las demás.
Y es aquí donde nace la figura del directivo como Líder-COACH (basada en la credibilidad ganada), como contraposición a la del Líder-Jefe (basada en la autoridad impuesta).
Pues bien, de entre todas las características que perfilan la figura del Líder-COACH, sin duda una de las mas importantes es la de contribuir a la Motivación de sus colaboradores, o mejor dicho, inducir a su Auto-MOTIVACIÓN, el verdadero eje de la transmisión del motor hacia el éxito empresarial.
Pero, ¿cómo induce un Líder-COACH a la Auto-MOTIVACIÓN?.
Desde luego, no pueden existir reglas estrictas y concretas para explicar este proceso si lo abordamos desde la perspectiva del Coaching, tan alejado al normativismo generalista y tan amigo de las soluciones especificas para cada situación.
Sin embargo, si podemos orientar la actuación del Líder-COACH como inductor a la Auto-MOTIVACIÓN de sus colaboradores, cuando es capaz de manejar con acierto los 5 Factores Internos que la generan:
La Auto-ESTIMA o esa valoración positiva que toda persona debe albergar de si misma y que la consolida para abordar nuevos retos con añadidas garantías de éxito.
La Auto-CONFIANZA, consecuencia de la anterior, que incrementa la seguridad en si mismo y se ampara en los pequeños éxitos conseguidos.
La Auto-GESTIÓN, alcanzada cuando el individuo es capaz de actuar sin ninguna supervisión, ni necesario estímulo externo alguno.
La Auto-SUGESTIÓN o mecanismo de generación constante de emociones positivas que llevan al optimismo y la esperanza.
La Auto-REALIZACIÓN, basada en el progresivo cumplimiento de nuestros deseos y objetivos.
En el difícil camino del liderazgo de equipos, no quisiera finalizar estas reflexiones sin traer a estas líneas una celebre frase de Marco Aurelio que resume la esencia del espíritu del Líder-COACH en el difícil pero estimulante empeño de conseguir la Auto-MOTIVACIÓN propia y la de su equipo de colaboradores:
“SERENIDAD para aceptar lo que no podemos lograr,
FORTALEZA para perseguir lo que si podemos y
SABIDURÍA para distinguir entre las