Soberbia: Cuando proyectas a través de tu marca que eres superior a los demás, menospreciándoles. Incapacidad para reconocer el talento ajeno.
Una actitud de marca que se apoya en la soberbia acaba recibiendo como pago la ignorancia y el descrédito por parte de su audiencia. Es una buena vía para convertirse en spam.
Invisibilidad: Si no te ven no existes. Ojos que no ven marca que se muere.
Más claro el agua.
Avaricia: Dar poco y pedir mucho, no tener reciprocidad. No devolver favores, recomendaciones, retwiteos son sus manifestaciones básicas.
Pillar al avaricioso cuesta poco tiempo y acaba por ser ignorado.
Envidia: Cuando la misión implícita o explícita de la marca es hundir a los demás. Al final se pierde la credibilidad.
Reactividad: No tomar la iniciativa, actuar a remolque de los acontecimientos.
El riesgo es que sean las circunstancias las que impongan el camino a seguir y la marca sea un mero títere.
Falta de creatividad: No tener propuestas propias de valor, basarse siempre en opiniones y propuestas ajenas.
La marca que no crea y que solo difunde contenidos ajenos se convierte en un rumor.
Apatía (falta de pasión): Huir del compromiso, no promover el cambio, no buscar y proclamar el sentido de las cosas que hacemos.
La pasión es la esencia de la marca. Cuando falta o no se transmite de manera eficaz la marca desaparece de la mirada de la audiencia y muere.
Si te das cuenta de que tu marca personal está entrando por alguno de estos derroteros actúa y por supuesto llamame, Buen fin de seman! Majo